Esta publicación ofrece un examen detallado de cómo los
gobiernos —como garantías de derechos humanos— y los medios de comunicación, con obligaciones sociales, están llamados a ser ejemplos en materia de democracia y, por ende, a impulsar la libertad y la igualdad, vigilar el respeto a las libertades públicas y los derechos individuales sin exclusión en razón de sexo. Al tiempo que sostiene que la apuesta es no sólo vivir la democracia como ciudadanía activa e informada por medios de comunicación plurales, sino construir una democracia paritaria que coloque en el centro a las mujeres y que cuente con los medios de comunicación con perspectiva de género y de derechos humanos como aliados primordiales.

66 páginas

primera edición, octubre de 2019